martes, 4 de abril de 2017

Sebastián Francisco de Miranda, Mariscal y Teniente General de la Revolución Francesa: ensayo descriptivo de su uniforme.

              

Francisco de Miranda, General de División en el ejército del Norte en 1792, por Rouget 1835, Museo de Versalles, Francia.

               Hace un buen tiempo que deseaba publicar un artículo que respondiera a mi curiosidad acerca de ¿cómo era el uniforme utilizado por Francisco de Miranda, durante sus días de mariscal de la Revolución francesa? Dicha inquietud, trajo como consecuencia la necesidad de realizar una pequeña investigación, no muy sencilla, debido a que para mi sorpresa, a pesar de encontrarse una amplia bibliografía a cerca del héroe y su tiempo, no estaba disponible nada acerca de éste punto en particular.
                Por ende, fue un reto tratar de dilucidar este aspecto que generará interés a todo aquel preocupado por el tema del vestuario militar y en general de la historia de nuestro país. Con el presente ensayo, pretendemos aportar información relevante que pueda servir como fuente para la futura reconstrucción (ya sea pictórica o fílmica), de tal vestuario, aportando información que permita dejar atrás los errores y dislates fantasiosos que hasta la fecha se han apreciado al respecto, seguramente ocasionados por la falta de un adecuado asesoramiento histórico, la superficial o insuficiente investigación, y la implementación de licencias creativas caprichosas.
                Según el profesor Georges Dillemann (Insignes des grades et des fonctions des officiers généraux), en la historia del ejército francés antes de 1793 solo existieron dos grados para distinguir a los oficiales generales, a saber: teniente general y mariscal de campo. Dichas distinciones, pasaran a denominarse, luego de un decreto emitido el 21 de febrero del mencionado año, general de división y general de brigada respectivamente. Dillemann, menciona adicionalmente que al parecer durante el llamado antiguo régimen, la insignia de mando más característica para dichos oficiales generales era el bastón de mando (establecido desde 1758), ya que no se había definido de forma clara su vestuario.


Bastón de mando para Mariscales y Tenientes Generales del ejército francés (antiguo régimen)

                Sin embargo, será bajo los últimos años del reinado de Luis XVI (guillotinado en enero de 1793 por orden de la Convención), que el 1 de abril de 1791 que se edite la “instrucción provisional sobre el uniforme de los funcionarios generales y ayudantes de campo”, documento en el cual, se prescribe el vestuario y uniforme de los oficiales generales del ejército francés. Sebastián Francisco de Miranda (como fuera mencionado en otro artículo de este blog), fue nombrado mariscal de Francia el 25 de agosto de 1792 en tiempos de la monarquía constitucional y poco antes que la Convención decretase la abolición definitiva de la monarquía (21 de septiembre de 1792), posteriormente es ascendido a teniente general el 3 de octubre del mismo año, dejando el servicio activo a finales de marzo de 1793.
                En tal sentido, el vestuario militar utilizado por el futuro precursor de la independencia hispanoamericana durante su periodo de ilustre servicio dentro del ejército revolucionario francés, con gran probabilidad, obedeció a lo dictado en la instrucción provisoria señalada y que se mantuvo en vigencia hasta que la Convención dictara un nuevo decreto relativo a dicho tema el 4 de abril de 1793.
                ¿Cuál era dicho vestuario? Bien, según la instrucción provisoria del 1 de abril de 1791 los tenientes generales y mariscales de campo tendrán un uniforme pequeño y uno grande, cada uno compuesto de ropa de paño azul-de-rey, con forro de sarga de seda del mismo color; una chaqueta de paño blanco, con forro de sarga de seda blanca y de un calzón del mismo color. Se surtirán todas estas partes de ambos uniformes de botones pequeños redondos y dorados, conforme al dibujo del modelo prescrito por el Reglamento de 1 de octubre de 1786.


El gran uniforme estará sin solapa, con cuello recto del mismo paño de quince a dieciocho líneas de longitud. Bocamangas del mismo paño  que tendrán cinco pulgadas de altura con portezuelas que no excederán más de una pulgada a lo sumo de la manga. Los bolsillos de la casaca se cortaran generalmente de forma transversal. Este uniforme se surtirá de veintiocho botones grandes; doce de ellos, colocados a igual distancia uno de otro, desde el nacimiento del cuello hasta la altura del bolsillo de la casaca; tres en cada bocamanga; tres en cada bolsillo; dos en las caderas y dos en la parte baja de los faldones.
Dicho uniforme, estará bordado de hilos de oro, sin lentejuelas, cliquans ni caldos, con un dibujo similar al prescrito por el Reglamento del 1 de octubre de 1786, que tendrá dieciocho líneas de amplitud, incluida la barra, que será dentada con forma de pico, y que tendrá dos líneas incluyendo el bordado.
Los tenientes generales tendrán dos filas de bordado sobre las bocamangas, y cuatro filas en los bolsillos, incluyendo dos por debajo de aquellos. Los mariscales de campo llevaran  una casaca similar a las de los tenientes generales, pero sin el doble bordado en las bocamangas y en los bolsillos. La segunda fila de bordado estará sin barras.

Modelo de bordado para los uniformes de oficiales generales, prescrito en el reglamento del 1 de octubre de 1786. Agradezco a los señores Francois Lagrange jefe de la División de investigación histórica y a Dominique Prevot encargado de los estudios documentales del Musee de La Armee en Francia por suministrarme dicha imagen para la presente investigación.

El pequeño uniforme llevara cuello invertido, solapas, bocamangas del miso corte en las mismas proporciones que los de infantería. Este cuello invertido, será del mismo paño de la casaca, y vendrá adjunto al cuello recto de quince a dieciocho líneas de altura y deberá presentar en su extremidad de tres pulgadas de anchura. La parte delantera de la casaca será recta para poder abotonarla.
El sombrero utilizado con el gran uniforme, era de corte redondo (bicornio), de fieltro negro, aproximadamente de cuatro pulgadas de profundidad en su forma y con seis pulgadas para las alas. Estaba provisto de un galón de oro de 2º líneas, con un dibujo similar al utilizado para el hábito o uniforme. Sus alas vendrán sujetas de la manera habitual, el ala izquierda (vista frontal), vendrá sujeta por una trencilla de oro plana y doble, de seis líneas de ancho, sujeta por un botón pequeño de uniforme. Por otra parte, el sombrero del uniforme pequeño será de igual forma y proporciones al anterior, pero tendrá bordado un galón de seda negra de nueve líneas de ancho, y poseerá una doble trencilla y botón igual al sombrero del gran uniforme.
La cucarda o escarapela de ambos sombreros, será hecha en tela de cuenca y tendrá forma circular, de tres a cuatro pulgadas de diámetro, y en los colores nacionales de Francia. No se permite en ninguno de los sombreros, el uso de penachos o plumas ni blancas ni negras, y tampoco, el uso de escarapelas de cinta trenzada.
La espada o sable estipulado por este reglamento, tanto para los Tenientes Generales como para los Mariscales, serán de los tipos y diseños descritos en la decisión dictada el 14 de mayo de 1788 al respecto.


Modelo de uniforme pequeño para Mariscal del ejército francés, según la instrucción provisoria de 1 de abril de 1791, José Peña, Caracas 2017, óleo sobre papel.

Para la elaboración de la ilustración del uniforme denominado “pequeño” que acompaña al presente artículo, no sólo hemos tomado como fuente lo descrito en la instrucción provisoria de 1791, sino que adicionalmente hemos tomado como referencia los retratos de algunos de los militares que pertenecieron al ejército revolucionario francés del periodo, a saber: el Marqués de La Fayette (1757-1834), Charles Francois Dumouriez (1739-1823), el Conde de Custine (1740-1793), y Cyrus Marie Adelaide de Timbrune (1757-1822).


                                                  Marqués de La Fayette
    
                                              
                                                Charles Francois Dumouriez 

                                                     

                                               Conde de Custine


                                            Cyrus Marie Adelaide de Timbrune

A partir de los retratos arriba señalados, es interesante acotar que aunque en la instrucción provisoria de 1791 se prescribe que tanto para tenientes generales como para mariscales de campo, el pantalón de su uniforme y chaleco eran de color blanco, se observa que en el retrato de Domouriez dicho personaje los lleva de color escarlata (lo cual era habitual antes de dicha legislación). Otro detalle interesante a señalar al lector, es que la casaca o hábito de dicho uniforme, poseía la característica de poder llevarse cruzada en su parte delantera abotonándose alternativamente de derecha a izquierda o viceversa, según lo deseará el oficial, hecho que puede deducirse si se compara alguno de los retratos señalados con el del mariscal  Adelaide de Timbrune.
Como acotación final, tambien podrá apreciarse en alguno de los retratos referidos, la utilización de un penacho tricolor sobre los sombreros o bicornios de los personajes, lo cual, estaba expresamente contrariado en la instrucción de 1791. Como posible explicación, deseo referir que parte de los retratos reproducidos en el presente ensayo, fueron elaborados en fecha posterior a 1791, ya que en legislaciones posteriores, el uso de dicho penacho estuvo permitido.



Referencias bibliográficas

- Instruction provisoire sur l´uniforme des officiers géneraux et des aides-de-camp du 1 avril 1791. Journal militaire, deuxieme partie, Paris 1792 pp. 305-310.
- Dillemann, Georges. Insignes des grades et des fonctions des officiers généraux, s/f. Disponible en: http://www.defense.gouv.fr/content/download/193817/2139636/file/ETOILES,%20INSIGNES%20DES%20GRADES%20ET%20DES%20FONCTIONS%20DES%20OG.pdf
- Dillemann, Georges. Le Règlement du 20 Thermidor an VI et les premiers insignes de grades des Officiers généraux, s/f. Disponible en: http://www.defense.gouv.fr/content/download/193808/2139574/file/Le%20R%C3%A8glement%20du%2020%20Thermidor%20an%20VI.pdf

Investigación e ilustraciones de José Peña, Caracas 2017. jpmarte73@yahoo.com

sábado, 31 de diciembre de 2016

Sebastián Francisco de Miranda: Mariscal de Campo y Teniente General de la Revolución Francesa

           

La batalla de Valmy, por Horace Vernet

            El pasado 14 de julio de 2016 se cumplieron 200 años de la muerte del Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda, reconocido no solo como precursor de la independencia de Venezuela, sino también como uno de los primeros líderes del movimiento emancipador de las antiguas colonias españolas del continente Americano.
                En el presente artículo, el primero de dos que deseábamos dedicar a este insigne e ilustre venezolano, pretende tocar el tema relativo a los eventos relacionados a su corto pero destacado periodo de servicio dentro del ejército francés, donde adquirió no solo el conocido estatus de mariscal de campo, sino que obtuvo uno de mayor jerarquía (poco recordado habitualmente), el de teniente general.
Sebastián Francisco de Miranda, se encontraba en Paris a comienzos de 1792, en medio de la vorágine de acontecimientos políticos, económicos, sociales y militares levantados desde 1789 por la revolución francesa. Será allí, dónde luego de manifestar a sus amigos su intención de retornar a Londres, entra en contacto con el alcalde de la ciudad Jérôme Pétion de Villeneuve, quien le retiene, con la excusa de hacer gestiones ante las nuevas autoridades nombradas (previas a la formalización definitiva de la Convención Nacional), para encontrarle un puesto dentro del ejército francés.
El propio Miranda, nos narra este incidente, por medio del cual, pasará a ser nombrado Mariscal de Francia:
“11 de agosto.
    Mi amigo el Alcalde de Paris, señor Pétion, viéndome decidido a partir de un momento a otro para Inglaterra, donde tenía compromisos de una gran importancia, me dijo que por qué no aceptaba servir a Francia, en la causa de la Libertad que yo amaba tanto, etc. Que se me daría un cargo ventajoso y que así podría prestar servicios esenciales. Le manifesté mi calidad de extranjero, y la ingratitud que se experimentaba después, cosa que ya había visto en América.., además de las grandes ventajas que iba a perder en América, Rusia, etc… Al fin, me rogó retrasara mi salida hasta la llegada del señor Servan (1), nuevo Ministro de la Guerra y miembro del Poder Ejecutivo. Consentí en esto. 20 de agosto. Llegó el señor Servan… Pétion le habló inmediatamente de mí y el Ministro le respondió que no deseaba otra cosa sino emplearme, pero que siendo extranjero, no sabía cómo hacerlo… Sin embargo, me rogó esperase un poco.
    Mi amigo el Alcalde me dijo que había encontrado lo que me convenía, y que el señor Servan le prometió emplearme como Mariscal de Campo de los Ejércitos de Francia, si yo quería aceptarlo. Le contesté que el empleo me era bastante agradable, al servicio de la Libertad, pero que quería la seguridad del mismo sueldo para subsistir después de la guerra, puesto que yo iba a abandonar todos mis ingresos en otra parte. 23 de agosto. Comimos juntos en casa del señor Pétion, y el señor Servan me habló sobre el asunto con interés, haciéndome la misma proposición y ofreciéndome su amistad. Me hizo observar la imposibilidad en la que se hallaba el gobierno actual para darme una seguridad positiva que no dependía de ellos, ya que la existencia misma era en ese momento un azar; pero que si la Libertad triunfaba, Francia no podría olvidar jamás al extranjero que tan generosamente sacrificaba a su servicio en tales circunstancias, y que de esta manera podía contar con ello. Le di las gracias y le solicité un tiempo para decidirme. Mi amigo el Alcalde me dijo que nos encontráramos al día siguiente para ir juntos a ver al señor Servan. Fui a su casa y le presenté las condiciones anexas, que le parecieron bien, pero que no creía que el Poder Ejecutivo pudiera firmar, con ningún tipo de seguridad para mí, las condiciones de mi papel, por muy justas que fueren. En fin, sentí la fuerza de esta observación y me retiré a reflexionar sobre ello… lo que me dio las ganas de ir a buscar mi pasa-porte para marchar a Inglaterra.
25 de agosto. Fui a verlo con esta idea, pero me rogó de nuevo fuese hacia las 5 pm a casa del Ministro de la Marina, rué Royale, dónde debía comer con el señor Servan. Llegué allí hacia las seis, y los tres nos comprometimos: yo, a servir la causa de la Libertad en todo lo que estuviera en mi poder, y ellos, en nombre de la nación francesa, a sufragar mis gastos y a emplearme incluso después de la guerra, con preferencia a los oficiales franceses, ya que, como extranjero, y en las circunstancias actuales, mi dedicación era más meritoria. Bajo estas condiciones, fui nombrado ipso facto Mariscal de Campo… Mi amigo me abrazó. Servan me saludo igualmente, y me fui a las Tullerías a reflexionar un poco sobre mi cambio de patria, situación, etc… Allí se encontraba la señora Pétion, a quien comuniqué mis nuevos compromisos, y nos fuimos juntos a la Asamblea Nacional.
27 de agosto.
No habiendo recibido el edecán que el señor Servan me prometió enviar, fui a su casa. Me recibió con amistad, me dejó escoger el ejército en el que yo quería servir, y me dio la dirección del Brigada, señor de Barquier, para que me ayudase a comprar caballos, hacer el uniforme, etc.
(…) 5 de setiembre.
Esta mañana me ha enviado el señor Servan mis credenciales para servir en el Ejército del Norte, bajo las órdenes del señor Dumouriez, como yo lo había solicitado. Muchas disputas por los pasaportes de los criados, y hasta los caballos y libros militares me han sido interceptados por orden de las secciones, que se han erigido en árbitros, sin saber por qué. En fin, el vigor y la autoridad respetada del Alcalde, me sacaron del apuro. Salgo mañana. (…)” (2)
                En efecto, el nuevo mariscal de Francia Sebastian Francisco de Miranda llegará a la población de Granpré el día 6 de septiembre de 1792 para unirse al ejército del Norte bajo la dirección del General en jefe Charles-Francois Dumoriez, quién le acogerá de manera favorable colocándole como uno de sus edecanes en campaña. El 14 del mismo mes, Miranda se destaca en la acción de Wargermoulin, al haber reunido de una manera eficaz las tropas desordenadas y contenido el avance de las tropas prusianas.
                El 20 de septiembre, tiene lugar la célebre batalla de Valmy entre las tropas francesas comandadas por Kellerman y Dumoriez logran detener el avance del ejército prusiano comandado por el duque de Brunswick. Miranda estuvo presente en dicha acción, ya que su unidad ocupaba posiciones en una colina entre Valmy y Sainte-Menehould.
                Al día siguiente en Paris, la Convención (que había reemplazado hacia poco tiempo a la Asamblea Legislativa revolucionaria), emite su primer decreto donde declara la abolición de la monarquía proclamando así la Primera República de Francia. Miranda había comenzado su servicio en las tropas revolucionarias durante los estertores del antiguo régimen y ahora participaba en la fundación de la nueva República.
                Será bajo esta nueva administración, que el 3 de octubre de 1792 Francisco de Miranda recibe la notificación de su ascenso al grado de teniente general. El 11 del mismo mes, la Convención reestructura la organización del ejército del Norte y se le ordena a Miranda a ponerse bajo las ordenes de la subdivisión del mismo en Bélgica comandado por el duque de Chartres.
                El 11 de noviembre, tuvo lugar la acción de Jemmapes donde los franceses derrotan a las tropas austriacas y prusianas, Miranda no pudo participar en la misma por encontrarse en Paris llevando a cabo gestiones por orden de sus superiores. Sin embargo, ya el 30 del mismo mes, se encontraba de regreso con el ejército en la ciudad de Mons, donde va a recibir interinamente el comando de la mayor parte del ejército de Bélgica, puesto en el cual, va a lograr la rendición y posterior capitulación de la ciudad de Amberes. Posteriormente, Miranda completa su campaña expulsando de la ciudad de Ruremonde a 3.500 soldados austriacos que se retiran más allá del Rin, quedando así la región libre de enemigos.
                El 21 enero de 1793 tiene lugar el trascendente hecho de la ejecución en la guillotina del antiguo rey de Francia Louis XVI, lo que propicia que la mayor parte de las monarquías europeas le decreten la guerra a la República Francesa. Tal suceso generará divisiones e indefiniciones en los mandos del ejército del Norte, incluyendo al propio Dumouriez quien se muestra en desacuerdo con la medida tomada por la Convención.
                Mientras tanto continúan las operaciones en el Norte, y Miranda ocupa con sus tropas la población de Tongers el 14 de febrero reuniéndose posteriormente con los efectivos que comandaba el general Valence. Las tropas revolucionarias deben abandonar la ciudad de Lieja ante el avance de los enemigos, lo que determina a Miranda a ocupar posiciones en Tirlemond, de allí, sale al encuentro de una columna del ejército austriaco derrotándola lo que equilibra por momentos la situación. Es allí, que Miranda recibe órdenes de su comando de atacar la ciudad de Maastricht, maniobra que en su opinión considera equivocada.
                A mediados de marzo, el ejercito del Norte es derrotado lo que propicia que el 25 del mismo mes, la Convención inste a Miranda a presentarse a Paris a rendir cuenta de sus actuaciones en la campaña ante el tribunal revolucionario. El 28, Miranda se encuentra ante las autoridades haciendo frente a las acusaciones de Dumouriez. El abogado Chauveau-Lagarde le asiste en su defensa, demostrando con testimonios y documentos su adhesión a la causa revolucionaria y que su comportamiento solo había obedecido al cumplimiento de órdenes recibidas de su comando. El 16 de mayo, el tribunal ordena la liberación de Miranda.
                La crisis política suscitada por el acoso militar de las monarquías europeas contra la República francesa, determina la disolución de la Convención para ser sustituida por el Comité de Salvación Pública (9 de julio de 1793), a cuya cabeza se encuentran los llamados Girondinos dirigidos por el célebre Robespierre. El nuevo gobierno ordena la detención de Miranda, quien pasara en prisión un periodo de 18 meses. Luego de la caída del régimen del terror instaurado por Robespierre (quien será guillotinado en 1794), Miranda será puesto en libertad el 15 de marzo de 1795.
                Sebastian Francisco de Miranda no volverá a cumplir servicio activo en el ejército francés. Residenciado en Paris, presencia el golpe de estado ocurrido el 4 de septiembre de 1797, viéndose obligado a pasar a la clandestinidad durante cuatro meses fuera de la capital para posteriormente viajar a Londres ya que el nuevo Directorio había ordenado su expulsión de Francia. Con el ascenso político y prestigio militar del general Napoleón Bonaparte, Miranda logra con la ayuda de algunos amigos retornar a Francia en 1798.

                El 9 de noviembre de 1799, Bonaparte encabeza un nuevo golpe de estado contra el Directorio, comenzando así su largo periodo a la cabeza de la República francesa ampliando la influencia política de los ideales de la revolución por toda Europa y marcando un periodo bélico sin precedentes denominado guerras napoleónicas. El 3 de marzo de 1801, Miranda es apresado por órdenes del ministro de la policía Joseph Fouché. Luego de ser interrogado es encarcelado bajo acusación de ser un agente de Inglaterra. Es liberado el 13 de marzo del mismo año y el día 17 abandona definitivamente tierras francesas para dirigirse a Londres a buscar apoyo a sus planes de liberar Hispanoamérica.


Vista de la empuñadura y vaina de un sable que perteneció al Generalísimo Francisco de Miranda. Museo Bolivariano de Caracas (MBOL-0196).


NOTAS.

(1) General Joseph Marie Servan de Gerbey (1741-1808), quien fuera Ministro de la Guerra de Francia, entre el 9 de mayo y el 13 de junio de 1792 cuando fuera depuesto por orden del rey Louis XVI. Servan retoma el despacho de la Guerra, luego de la rebelión sucedida el 10 de agosto del mismo año que traerá como consecuencia la disolución de la Asamblea y la creación de la Convención Nacional el 20 de septiembre.

(2) Colombeia, Archivo de Miranda, Revolución Francesa, tomo I, folios 2-7.

Investigación realizada por José Peña, Caracas 2016. Correo de contacto  jpmarte73@yahoo.com.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

BIENVENIDOS.......!!!

    Con motivo de los inconvenientes surgidos para recuperar la clave de mis anteriores blogs, denominados "heroesenuniforme" y "heroesenuniforme2", he decidido la creación de este nuevo, con el fin de continuar con la publicación de mis artículos sobre el tema del uniforme militar venezolano y otros temas relacionados.
    Agradeciendo todos los post y mensajes recibidos por mis anteriores entradas, les agradezco que adicionalmente hagan sus consultas a mis correos personales:

jpmarte73@yahoo.com y jpmarte73@gmail.com

    Con mucho gusto les responderé. Atentamente. José Peña    Caracas, Venezuela, septiembre de 2016