sábado, 31 de diciembre de 2016

Sebastián Francisco de Miranda: Mariscal de Campo y Teniente General de la Revolución Francesa

           

La batalla de Valmy, por Horace Vernet

            El pasado 14 de julio de 2016 se cumplieron 200 años de la muerte del Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda, reconocido no solo como precursor de la independencia de Venezuela, sino también como uno de los primeros líderes del movimiento emancipador de las antiguas colonias españolas del continente Americano.
                En el presente artículo, el primero de dos que deseábamos dedicar a este insigne e ilustre venezolano, pretende tocar el tema relativo a los eventos relacionados a su corto pero destacado periodo de servicio dentro del ejército francés, donde adquirió no solo el conocido estatus de mariscal de campo, sino que obtuvo uno de mayor jerarquía (poco recordado habitualmente), el de teniente general.
Sebastián Francisco de Miranda, se encontraba en Paris a comienzos de 1792, en medio de la vorágine de acontecimientos políticos, económicos, sociales y militares levantados desde 1789 por la revolución francesa. Será allí, dónde luego de manifestar a sus amigos su intención de retornar a Londres, entra en contacto con el alcalde de la ciudad Jérôme Pétion de Villeneuve, quien le retiene, con la excusa de hacer gestiones ante las nuevas autoridades nombradas (previas a la formalización definitiva de la Convención Nacional), para encontrarle un puesto dentro del ejército francés.
El propio Miranda, nos narra este incidente, por medio del cual, pasará a ser nombrado Mariscal de Francia:
“11 de agosto.
    Mi amigo el Alcalde de Paris, señor Pétion, viéndome decidido a partir de un momento a otro para Inglaterra, donde tenía compromisos de una gran importancia, me dijo que por qué no aceptaba servir a Francia, en la causa de la Libertad que yo amaba tanto, etc. Que se me daría un cargo ventajoso y que así podría prestar servicios esenciales. Le manifesté mi calidad de extranjero, y la ingratitud que se experimentaba después, cosa que ya había visto en América.., además de las grandes ventajas que iba a perder en América, Rusia, etc… Al fin, me rogó retrasara mi salida hasta la llegada del señor Servan (1), nuevo Ministro de la Guerra y miembro del Poder Ejecutivo. Consentí en esto. 20 de agosto. Llegó el señor Servan… Pétion le habló inmediatamente de mí y el Ministro le respondió que no deseaba otra cosa sino emplearme, pero que siendo extranjero, no sabía cómo hacerlo… Sin embargo, me rogó esperase un poco.
    Mi amigo el Alcalde me dijo que había encontrado lo que me convenía, y que el señor Servan le prometió emplearme como Mariscal de Campo de los Ejércitos de Francia, si yo quería aceptarlo. Le contesté que el empleo me era bastante agradable, al servicio de la Libertad, pero que quería la seguridad del mismo sueldo para subsistir después de la guerra, puesto que yo iba a abandonar todos mis ingresos en otra parte. 23 de agosto. Comimos juntos en casa del señor Pétion, y el señor Servan me habló sobre el asunto con interés, haciéndome la misma proposición y ofreciéndome su amistad. Me hizo observar la imposibilidad en la que se hallaba el gobierno actual para darme una seguridad positiva que no dependía de ellos, ya que la existencia misma era en ese momento un azar; pero que si la Libertad triunfaba, Francia no podría olvidar jamás al extranjero que tan generosamente sacrificaba a su servicio en tales circunstancias, y que de esta manera podía contar con ello. Le di las gracias y le solicité un tiempo para decidirme. Mi amigo el Alcalde me dijo que nos encontráramos al día siguiente para ir juntos a ver al señor Servan. Fui a su casa y le presenté las condiciones anexas, que le parecieron bien, pero que no creía que el Poder Ejecutivo pudiera firmar, con ningún tipo de seguridad para mí, las condiciones de mi papel, por muy justas que fueren. En fin, sentí la fuerza de esta observación y me retiré a reflexionar sobre ello… lo que me dio las ganas de ir a buscar mi pasa-porte para marchar a Inglaterra.
25 de agosto. Fui a verlo con esta idea, pero me rogó de nuevo fuese hacia las 5 pm a casa del Ministro de la Marina, rué Royale, dónde debía comer con el señor Servan. Llegué allí hacia las seis, y los tres nos comprometimos: yo, a servir la causa de la Libertad en todo lo que estuviera en mi poder, y ellos, en nombre de la nación francesa, a sufragar mis gastos y a emplearme incluso después de la guerra, con preferencia a los oficiales franceses, ya que, como extranjero, y en las circunstancias actuales, mi dedicación era más meritoria. Bajo estas condiciones, fui nombrado ipso facto Mariscal de Campo… Mi amigo me abrazó. Servan me saludo igualmente, y me fui a las Tullerías a reflexionar un poco sobre mi cambio de patria, situación, etc… Allí se encontraba la señora Pétion, a quien comuniqué mis nuevos compromisos, y nos fuimos juntos a la Asamblea Nacional.
27 de agosto.
No habiendo recibido el edecán que el señor Servan me prometió enviar, fui a su casa. Me recibió con amistad, me dejó escoger el ejército en el que yo quería servir, y me dio la dirección del Brigada, señor de Barquier, para que me ayudase a comprar caballos, hacer el uniforme, etc.
(…) 5 de setiembre.
Esta mañana me ha enviado el señor Servan mis credenciales para servir en el Ejército del Norte, bajo las órdenes del señor Dumouriez, como yo lo había solicitado. Muchas disputas por los pasaportes de los criados, y hasta los caballos y libros militares me han sido interceptados por orden de las secciones, que se han erigido en árbitros, sin saber por qué. En fin, el vigor y la autoridad respetada del Alcalde, me sacaron del apuro. Salgo mañana. (…)” (2)
                En efecto, el nuevo mariscal de Francia Sebastian Francisco de Miranda llegará a la población de Granpré el día 6 de septiembre de 1792 para unirse al ejército del Norte bajo la dirección del General en jefe Charles-Francois Dumoriez, quién le acogerá de manera favorable colocándole como uno de sus edecanes en campaña. El 14 del mismo mes, Miranda se destaca en la acción de Wargermoulin, al haber reunido de una manera eficaz las tropas desordenadas y contenido el avance de las tropas prusianas.
                El 20 de septiembre, tiene lugar la célebre batalla de Valmy entre las tropas francesas comandadas por Kellerman y Dumoriez logran detener el avance del ejército prusiano comandado por el duque de Brunswick. Miranda estuvo presente en dicha acción, ya que su unidad ocupaba posiciones en una colina entre Valmy y Sainte-Menehould.
                Al día siguiente en Paris, la Convención (que había reemplazado hacia poco tiempo a la Asamblea Legislativa revolucionaria), emite su primer decreto donde declara la abolición de la monarquía proclamando así la Primera República de Francia. Miranda había comenzado su servicio en las tropas revolucionarias durante los estertores del antiguo régimen y ahora participaba en la fundación de la nueva República.
                Será bajo esta nueva administración, que el 3 de octubre de 1792 Francisco de Miranda recibe la notificación de su ascenso al grado de teniente general. El 11 del mismo mes, la Convención reestructura la organización del ejército del Norte y se le ordena a Miranda a ponerse bajo las ordenes de la subdivisión del mismo en Bélgica comandado por el duque de Chartres.
                El 11 de noviembre, tuvo lugar la acción de Jemmapes donde los franceses derrotan a las tropas austriacas y prusianas, Miranda no pudo participar en la misma por encontrarse en Paris llevando a cabo gestiones por orden de sus superiores. Sin embargo, ya el 30 del mismo mes, se encontraba de regreso con el ejército en la ciudad de Mons, donde va a recibir interinamente el comando de la mayor parte del ejército de Bélgica, puesto en el cual, va a lograr la rendición y posterior capitulación de la ciudad de Amberes. Posteriormente, Miranda completa su campaña expulsando de la ciudad de Ruremonde a 3.500 soldados austriacos que se retiran más allá del Rin, quedando así la región libre de enemigos.
                El 21 enero de 1793 tiene lugar el trascendente hecho de la ejecución en la guillotina del antiguo rey de Francia Louis XVI, lo que propicia que la mayor parte de las monarquías europeas le decreten la guerra a la República Francesa. Tal suceso generará divisiones e indefiniciones en los mandos del ejército del Norte, incluyendo al propio Dumouriez quien se muestra en desacuerdo con la medida tomada por la Convención.
                Mientras tanto continúan las operaciones en el Norte, y Miranda ocupa con sus tropas la población de Tongers el 14 de febrero reuniéndose posteriormente con los efectivos que comandaba el general Valence. Las tropas revolucionarias deben abandonar la ciudad de Lieja ante el avance de los enemigos, lo que determina a Miranda a ocupar posiciones en Tirlemond, de allí, sale al encuentro de una columna del ejército austriaco derrotándola lo que equilibra por momentos la situación. Es allí, que Miranda recibe órdenes de su comando de atacar la ciudad de Maastricht, maniobra que en su opinión considera equivocada.
                A mediados de marzo, el ejercito del Norte es derrotado lo que propicia que el 25 del mismo mes, la Convención inste a Miranda a presentarse a Paris a rendir cuenta de sus actuaciones en la campaña ante el tribunal revolucionario. El 28, Miranda se encuentra ante las autoridades haciendo frente a las acusaciones de Dumouriez. El abogado Chauveau-Lagarde le asiste en su defensa, demostrando con testimonios y documentos su adhesión a la causa revolucionaria y que su comportamiento solo había obedecido al cumplimiento de órdenes recibidas de su comando. El 16 de mayo, el tribunal ordena la liberación de Miranda.
                La crisis política suscitada por el acoso militar de las monarquías europeas contra la República francesa, determina la disolución de la Convención para ser sustituida por el Comité de Salvación Pública (9 de julio de 1793), a cuya cabeza se encuentran los llamados Girondinos dirigidos por el célebre Robespierre. El nuevo gobierno ordena la detención de Miranda, quien pasara en prisión un periodo de 18 meses. Luego de la caída del régimen del terror instaurado por Robespierre (quien será guillotinado en 1794), Miranda será puesto en libertad el 15 de marzo de 1795.
                Sebastian Francisco de Miranda no volverá a cumplir servicio activo en el ejército francés. Residenciado en Paris, presencia el golpe de estado ocurrido el 4 de septiembre de 1797, viéndose obligado a pasar a la clandestinidad durante cuatro meses fuera de la capital para posteriormente viajar a Londres ya que el nuevo Directorio había ordenado su expulsión de Francia. Con el ascenso político y prestigio militar del general Napoleón Bonaparte, Miranda logra con la ayuda de algunos amigos retornar a Francia en 1798.

                El 9 de noviembre de 1799, Bonaparte encabeza un nuevo golpe de estado contra el Directorio, comenzando así su largo periodo a la cabeza de la República francesa ampliando la influencia política de los ideales de la revolución por toda Europa y marcando un periodo bélico sin precedentes denominado guerras napoleónicas. El 3 de marzo de 1801, Miranda es apresado por órdenes del ministro de la policía Joseph Fouché. Luego de ser interrogado es encarcelado bajo acusación de ser un agente de Inglaterra. Es liberado el 13 de marzo del mismo año y el día 17 abandona definitivamente tierras francesas para dirigirse a Londres a buscar apoyo a sus planes de liberar Hispanoamérica.


Vista de la empuñadura y vaina de un sable que perteneció al Generalísimo Francisco de Miranda. Museo Bolivariano de Caracas (MBOL-0196).


NOTAS.

(1) General Joseph Marie Servan de Gerbey (1741-1808), quien fuera Ministro de la Guerra de Francia, entre el 9 de mayo y el 13 de junio de 1792 cuando fuera depuesto por orden del rey Louis XVI. Servan retoma el despacho de la Guerra, luego de la rebelión sucedida el 10 de agosto del mismo año que traerá como consecuencia la disolución de la Asamblea y la creación de la Convención Nacional el 20 de septiembre.

(2) Colombeia, Archivo de Miranda, Revolución Francesa, tomo I, folios 2-7.

Investigación realizada por José Peña, Caracas 2016. Correo de contacto  jpmarte73@yahoo.com.

No hay comentarios:

Publicar un comentario